Proyectos

Prótesis neo-barroca para la condición human

Esta escultura se erige como reflexión sobre la condición del artista. La figura, vestida con una gabardina decimonónica, se alza en la cornisa de un edificio, mirando hacia el horizonte
de posibilidades y limitaciones que conforma la vida diaria. La prótesis neo-barroca, una estructura precaria de listones que se eleva por encima de la cabeza y se sujeta a la espalda del personaje, y de la cual cuelgan unos candelabros que se iluminarán de noche, y que sirven como contrapunto al desosiego que podría suponer el vació que se extiende ante la figura.

Esta obra, imbuida del ánimo narrativo y simbólico que caracteriza la obra de Serzo, invita al espectador a una introspección sobre los mecanismos que pueden llegar a emplearse para sobrellevar la coyuntura inherente a la vida del creador.

PROYECTO PARA UN BANQUETE

En el vasto techo de la imaginación, donde la realidad se invierte y la perspectiva se transforma, se despliega un banquete de proporciones épicas. Una mesa de doce metros como mínimo, suspendida en un acto de rebelión contra la gravedad, se convierte en el lienzo de un festín que desafía la lógica, un reflejo de la abundancia que, paradójicamente, se aleja del alcance.

En este escenario, dos pequeñas ratas emergen como narradoras silenciosas, sus ojos centelleantes son testigos y participantes de una historia más grande que ellas mismas, una metáfora de la supervivencia y la astucia en un mundo al revés.

Esta instalación, que evoca la obra de José Luis Serzo, con su habilidad para tejer narrativas visuales que exploran la condición humana a través de la fantasía y la realidad entrelazadas, invita a los espectadores a una interpretación conceptual, donde cada elemento es una pieza de un rompecabezas más amplio, una invitación a reflexionar sobre el mundo que nos rodea y las historias que construimos dentro de él.

EL PINTOR DE OSTENDE

“Proyecto para un retrato de James Ensor”, rinde tributo al artista belga, uno de los artistas más
influyentes del siglo XX. Con este homenaje se pretende cristalizar en síntesis lo que un artista como
James Ensor representa y significa dentro de la Historiadel arte y su época.

James Ensor es una figura algo compleja, privilegiada pero esquinada al tiempo. Emprendió un camino solitario al encuentro de un estilo propio para reflejar, de un modo absolutamente personal y único, una desgarradora o esperpéntica imagen de la sociedad de su tiempo. Precursor de movimientos como el expresionismo y el surrealismo, asume la incomodidad de lo inclasificable y, muchas veces incomprendido para sus propios compañeros y coetáneos, así como
por el público general y muchos historiadores, que se enfrentan a su obra.

Este proyecto escultórico también pretende ser un acercamiento a la carga que conlleva tener cualquier privilegio o don. Reflejar si acaso el peso que cualquier persona auténtica, independiente y sensible, puede estar llevando sobre sus hombros, por el hecho de buscar un camino propio.

La escultura representa una figura de un Ensor de entrada edad, vestido elegantemente, que camina y carga sobre su espalda un gran saco conformado por multitud de máscaras.
Las máscaras nos recuerdan muchas de las obras más famosas del pintor belga, pero también pueden estar representando todas esas máscaras, caras o roles, con los que habrá podido o tenido que tratar en vida.

MADRE-TIERRA

MADRE-TIERRA nace como un proyecto basado en uno de los personajes la serie de “Thewelcome”, la cual funciona como un gran gabinete de ideas hacia el amplio concepto de “lo bienvenido”, y pretende utilizar el arte para mejorar el estado del espectador y en última instancia para transmutar el tono crítico y desesperanzado del panorama actual del arte contemporáneo y el deshumanizado paradigma social.

La idea inicial de esta obra consiste en una pequeña escultura en bronce de una señora mayor realizando alguna labor del hogar sobre un pedestal. La mujer que sirva de modelo para la escultura será elegida al azar entre las amas de casa mayores de 65 años del barrio donde se ubique la escultura, que quieran participar. La escultura durante el día puede pasar desapercibida para los transeúntes, a no ser que pasen cerca, sin embargo al oscurecer la obra se magnifica. Se colocará cerca de una pared con unas letras en relieve insertadas sobre un círculo dorado: “MADRE-TIERRA” Por la noche es cuando el monumento adquiere toda su plenitud, al oscurecer un foco proyectará una sombra de grandes dimensiones sobre la pared haciendo presentes a todas esas mujeres anónimas que si bien pasan desapercibidas tienen una importancia capital tanto dentro de las familias como de la sociedad. Es así como manifestaríamos su necesario reconocimiento con este monumento en su honor.

PROYECTO PARA UN GRAN PRODUCTOR DE OPTIMISMO

Este proyecto está planteado para desarrollarse en un espacio público, y expande, al tiempo que radicaliza, las ideas planteadas en los bocetos previos, dibujos y la escultura original más abajo detallados. Básicamente se trata de un casco fantástico (con unos auriculares que activan una música relajante cuando alguien se lo pone) que sostiene (o es sostenido) por medio de
una gran estructura móvil que mantiene una serie de objetos (montañas, nubes, planetas, estrellas, pájaros, paisajes o mecanismos absurdos ,etc), que operan como símbolos y metáforas de distintos pensamientos positivos que pueden cambiar el estado de humor de quien se lo coloca. Las dimensiones aproximadas de esta escultura estarían comprendidas entre 12 y 15
metros de altura. Los materiales serán bronce y resinas policromadas.

Una obra de arte canalizadora de muchos deseos y esperanzas…, que a su vez se convierte en un “cargador de energía positiva” para quien la utiliza, un catalizador de emociones y sentimientos. Esperamos que este generador sea una puerta abierta a la imaginación, un lugar especial donde se puedan expresar, sentir o recargar las pilas de optimismo.